5 beneficios de entrenar con un compañero de entrenamiento
Tener un compañero de entrenamiento puede ser el pase definitivo (o el remate final, según cuál sea tu deporte) para conseguir tus objetivos. Entrenar en compañía de alguien que te cae bien y que tiene metas parecidas puede aportar constancia, dedicación y voluntad de perfeccionamiento a tu práctica.
¿Aún no estás convencido de que entrenar con un colega puede ser muy positivo para tu trayectoria deportiva? Aquí te explicamos cinco beneficios claros de hacerlo.
1. Te esforzarás más
Hacer ejercicio con tu compañero de gym, por ejemplo, puede hacer que ambos sintáis un mayor sentido del compromiso, ya que los éxitos y los fracasos de uno son, en cierta manera, los éxitos y fracasos del otro. Si andas desmotivado o te sientes estancado, tu pareja de fitness puede ser una motivación para ti, puede animarte e incluso ser un estímulo muy potente para que decidas ponerte las pilas e intentes superar tus límites.
Resulta muy útil que entre los dos vayáis siguiendo vuestra evolución. Una buena idea es anotar información como la velocidad alcanzada o el peso máximo que habéis sido capaces de levantar en un documento o app a la que ambos tengáis acceso. Así os resultará más sencillo hacer un seguimiento de vuestros progresos. Puede que al principio os cueste llevar el registro al día, pero poco a poco se irá convirtiendo en un hábito conjunto y acabará siendo un elemento motivador muy interesante.
Para que el tándem funcione, es esencial que tu compañero de entrenamiento y tú tengáis un nivel de forma física similar y objetivos parecidos. Como siempre, resulta muy recomendable ponerse en contacto con un profesional del ámbito de la educación física para que os ayude a diseñar una propuesta de entrenamiento que se ajuste perfectamente a vuestras necesidades.
2. Es menos probable que te saltes un entrenamiento
Un día porque hace demasiado frío. Otro, porque dormiste mal. Por mucho que el deporte nos apasione, sabemos que no siempre es fácil ser constantes y que muchas veces la idea de saltarnos el entrenamiento resulta tentadora. ¡Al fin y al cabo, no somos máquinas!
En esos momentos de flaqueza, saber que nuestra pareja de fitness nos está esperando para entrenar se convierte en una razón de peso para no faltar a la cita. No solo por no dejarlo en la estacada, sino también porque hacer ejercicio en compañía es mucho más ameno, y cualquier entrenamiento se convierte en un buen momento para socializar y pasar un buen rato.
3. Hará que tu entrenamiento sea más divertido
Para los apasionados del deporte como nosotros, solo hay una cosa que puede darnos más satisfacción que entrenar: hacerlo junto a alguien que nos caiga bien y comparta con nosotros una misma filosofía de vida en la que hacer ejercicio es fundamental. ¡Cualquier actividad es mucho más divertida cuando estamos bien acompañados!
Por eso es tan importante contar con un compañero de entrenamiento con quien brindar por los logros, sino también con quien sobrellevar nuestras frustraciones cuando las cosas no salen como quisiéramos.
Por último, nuestra pareja de fitness nos puede ayudar a afrontar mejor las partes de nuestra rutina que nos cuesten más o nos gusten menos, e incluso puede animarnos a probar otros deportes aparte del nuestro. ¿Qué tal descubrir juntos el yoga o la natación?
4. Puedes subir el nivel de tu rutina con nuevos ejercicios
Hacer siempre la misma rutina de ejercicios nos limita como deportistas y puede provocar que nos aburramos rápido. Además, si no le presentamos nuevos retos a nuestro cuerpo, es muy probable que dejemos de ver resultados. En ese sentido, entrenar con un compañero es una excelente excusa para subir el listón introduciendo novedades en nuestra rutina y ejercicios que incluso pueden estar diseñados para hacerse en pareja.
Si te agobia el hecho de tener que enfrentarte a ejercicios más potentes, un compañero de entrenamiento puede darte la confianza que necesitas para afrontar nuevos desafíos. Sin embargo, recuerda: respeta los límites de tu cuerpo y consulta siempre a un profesional cuando tengas dudas sobre qué ejercicios puedes o no debes hacer. Él se encargará de que vuestro entrenamiento sea el más adecuado para vosotros.
5. Tus amigos pueden ayudarte a perfeccionar tu forma de entrenar
Levantar más peso o correr más rápido nos ayuda a ver resultados tanto en nuestro rendimiento como en nuestro físico, pero solo lograremos nuestros objetivos si realizamos los ejercicios correctamente. Por eso es tan importante consultar a un profesional del ámbito de la educación física que nos oriente sobre qué itinerario de entrenamiento seguir y cómo ejecutar correctamente cada movimiento. Ten en cuenta que, si vas a entrenar con una pareja de fitness, la rutina debe estar diseñada teniendo en cuenta las características de los dos.
Una de las ventajas de entrenar en compañía es tener a alguien al lado que pueda observar nuestros movimientos. Las sentadillas, por ejemplo, son un ejercicio clásico para fortalecer el abdomen, los glúteos y las piernas, pero resulta difícil ejecutarlo de manera correcta. Pídele a tu compañero de entrenamiento que mire cómo las realizas y que ajuste tu postura para, poco a poco, ir perfeccionando cada movimiento.
Como ves, contar con un buen compañero de entrenamiento nos reporta una serie de ventajas que debemos tener muy en cuenta. No obstante, debes escoger muy bien a tu pareja de fitness: recuerda que debe estar comprometido con los mismos objetivos que tú. Así que busca una persona de confianza y con la que te sientas a gusto… ¡y a disfrutar!