Por qué comer sano y hacer ejercicio es bueno para la salud
Todos sabemos que, si la dieta falla, de poco sirve hacer mucho ejercicio. Estar en forma, sano y ser capaz de alcanzar unos objetivos físicos no solo depende del ejercicio que hagamos o de la intensidad de los entrenamientos. Al igual que el sueño y la hidratación, la dieta influye enormemente en la actividad física, por eso es importante que incluya proteínas, carbohidratos y algo de grasa, además de mucha fruta y verdura. Dicho esto, a continuación te vamos a contar todo lo que necesitas saber para entender por qué comer sano y hacer ejercicio es bueno para tu salud.
Relación entre nutrición y actividad física
Llevar una dieta equilibrada rica en alimentos sanos y nutritivos aporta numerosos beneficios. Es importante que la dieta incluya proteínas, carbohidratos, grasas buenas y agua, así como una amplia variedad de vitaminas y minerales, como calcio, potasio y vitaminas del grupo B. En función de tus objetivos personales, te pueden interesar algunos de los siguientes apartados en los que analizamos la relación entre la nutrición y la actividad física:
Beneficios de una buena nutrición
Al hacer ejercicio, el cuerpo a veces usa una gran cantidad de energía, que proviene de las reservas de glucógeno. Por eso, y para disfrutar de los beneficios de una buena nutrición, es de vital importancia incluir carbohidratos en la dieta, que se encuentran tanto en el pan integral, la pasta y el arroz como en los frutos secos, las verduras y las legumbres. Las reservas de glucógeno están formadas por carbohidratos, los cuales posteriormente se transforman en energía, que es la que te permite dar lo mejor de ti en los entrenamientos.
Para los deportistas, la recomendación general de ingesta de carbohidratos después de entrenar es de 1 g a 1,2 g por kg de peso en las 4 horas siguientes al entrenamiento.
Asimismo, con una dieta equilibrada se evitan las deficiencias de nutrientes esenciales, por eso es una excelente manera de mantener el buen funcionamiento del organismo, así como un estilo de vida activo.
Ayuda en la recuperación
Después de un entrenamiento de alta intensidad, los músculos tienen que recuperarse, de ahí la importancia de llevar una dieta rica en proteínas. Es más, consumir alimentos que contengan todas las proteínas esenciales después de entrenar facilita la recuperación muscular. Puedes añadir polvo de proteína de suero (o proteína whey) a tus batidos o tomar directamente alimentos que contengan esta sustancia
Contribuye al mantenimiento y desarrollo de la masa muscular
Las proteínas también desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de la masa muscular. La proteína de suero (o proteína whey) es una opción muy conocida entre los atletas, ya que, como decíamos, se trata de una proteína de absorción rápida. Y no olvidemos la caseína, una proteína de absorción lenta, ya que en combinación con la proteína de suero forma un equipo de campeonato. La combinación de estas dos proteínas ayuda en el aporte de aminoácidos a corto plazo (gracias a la proteína de suero) y a medio plazo (gracias a la caseína) durante la recuperación.
La importancia de mantenerse hidratado
¿Alguna vez has notado que cuando estás un poco deshidratado te sientes cansado, mareado o te dan calambres en los músculos?
Esto se debe a que para el organismo el agua es un componente fundamental y, durante los entrenamientos, se pierde en grandes cantidades a través del sudor. La cantidad de agua que necesita el organismo depende de la persona. La recomendación general es de alrededor 2 l de agua al día. Sin embargo, en el caso de las personas que realizan mucha actividad física, la recomendación es algo distinta, puesto que transpiran más y, por tanto, pierden una cantidad de agua mucho mayor.
Cómo una dieta desequilibrada puede afectar tu entrenamiento
A todos nos pasa que cuando salimos a comer y vemos la lista de postres se nos hace la boca agua. Es normal. De hecho, aunque lleves una dieta equilibrada, no pasa absolutamente nada si caes en la tentación de vez en cuando. Ahora bien, si tienes programadas muchas sesiones de entrenamiento, es mejor que consumas ciertos alimentos cuando no estés entrenando. A continuación te dejamos algunos ejemplos.
Alimentos fritos y grasientos
La comida frita o grasienta también suele presentar un alto contenido de sal y grasas saturadas o trans. Sería conveniente limitar la ingesta de estos alimentos y, en cualquier caso, consumirlos fuera de las horas de entrenamiento. Es especialmente importante no consumirlos antes de los entrenamientos, ya que tardan mucho en digerirse y es posible que aún te sientas lleno mientras haces ejercicio.
Alimentos con azúcar
¿A veces te antoja comer algo dulce después de entrenar? Los pasteles, el chocolate y los dulces en general están muy ricos, y tampoco es necesario que los evites por completo para llevar una dieta sana y equilibrada. Simplemente tienes que consumirlos con moderación. Si después de entrenar te apetece algo dulce, puedes comerte una fruta, algún cereal integral o frutos secos.
Ahora sabes por qué una dieta equilibrada repleta de alimentos nutritivos es el complemento perfecto para tus entrenamientos. Así que, ya puedes disfrutar de tus comidas al tiempo que obtienes lo mejor de ellas.